La Llave del Sureste
Recorrer Acayucan es perderse un momento en el tiempo, y para quien está acostumbrado a la modernidad de un puerto como el nuestro, quizás hallarse en una ciudad en donde aún se respira un ambiente campirano otorgado por habitantes de los municipios cercanos, podría resultar aburrido.
Sin embargo, recorrer su animado zócalo que luce un kiosco tradicional y admirar la hermosa iglesia de San Martín Obispo, con sus dos torres y campanas, así como el precioso atrio central, es una buena razón para no arrepentirse de haber gastado los 44 pesos que cuesta el traslado desde Coatza, y esto en servicio de primera, el cual le recomiendo pues no es mucha la diferencia con el SUR, y claro que ira cómodamente sentado.
Acayucan es otro mundo, una ciudad y municipio con identidad propia donde confluyen costumbres chiapanecas y del istmo oaxaqueño con lo veracruzano, así como la presencia de los grupos indígenas de la sierra.
Quizás nuestro viejo Puerto México sea muy joven en comparación con el hogar de los orgullosos acayuqueños, quienes afirman que si tomas agua del Temoyo, el viejo manantial sagrado, nunca podrás dejar esta ciudad. Es primordial para el visitante no desdeñar la importancia histórica de esta región.
Basta pensar en un momento en la figura de Miguel Alemán González precursor de la Revolución Mexicana, y evocar el romanticismo que para los veracruzanos de corazón, orgullosos y consientes de sus raíces significan las llanuras de Sotavento, es razón suficiente para no desdeñar volver a Acayucan y sentir sobre el rostro precisamente el viento de Sotavento, bastante distinto a la brisa marina del Golfo de México, donde sólo aquí podría haber nacido nuestro amado “norte”.
El Salto de Michapan
El sur de nuestro estado es rico en cuerpos de agua, destacando la zona de los Tuxtlas con la Laguna de Catemaco y el Salto de Eyiplanta; y desde luego la mágica L
Sin embargo, menos famosa quizás y escondida en las faldas del Volcán de San Martín, resguardada por roca volcánica, se encuentra el Salto de Michapan, caída de agua natural que forma el río del mismo nombre.
“Michapan es una palabra compuesta donde un pescado da el fonético mich, de michin, colocado sobre la terminación apan, expresada por un canal de agua: En el agua que tiene pesca”.
Llegar al Salto de Michapan sólo toma escasos 20 minutos partiendo de la ciudad de Acayucan y se ubica en el municipio del mismo nombre. El acceso a este sitio tiene un costo de 25 pesos los adultos y 15 pesos los niños, debido a que las cascadas se encuentran dentro de la propiedad de un particular.
El único inconveniente existente para los visitantes a este sitio de recreo, es el difícil acceso que se debe recorrer para llegar hasta el balneario, debido a que el camino es de terracería y bastante estrecho, aparte de que no existe transporte público.
Las cascadas forman una deliciosa y grácil cortina de agua que interrumpe el cauce normal del río hasta chocar con las rocas metros abajo, y proseguir su camino a través de la sierra en las faldas del Volcán de San Martín.
Quien se encuentra en este punto, de pronto puede perder el sentido de la ubicación y olvidar que la erosión que formó el Salto de Michapan, fue causado posiblemente por la erupción de nuestro gigante dormido; lo anterior lo atestigua la roca negra de origen volcánico sobre la cual crecieron frondosos árboles de mango.
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