Velo encantado de novia

Una abrupta caída de agua de más de 70 metros es la maravilla natural conocida como "Velo de Novia", ubicado en los linderos de dos municipios de Chiapas, en la región fronteriza.
Es el Río San Vicente que eligió un sendero con descensos espectaculares y, además, separar a los municipios chiapanecos de Tzimol y Socoltenango.
Esta vez el recorrido al Centro Ecoturístico "Cascada Velo de Novia", se hizo en el lado que se encuentra en la colonia El Sabinal, municipio de Socoltenango, para seguir la aventura y la contemplación de los bellos paisajes de la geografía chiapaneca que, en este caso, inicia en el sitio conocido como "La Mesilla".
Son, de hecho, seis verdes hectáreas de terreno al margen del río San Vicente y se ubica en el tramo carretero de Tuxtla Gutiérrez-Comitán, a 146 kilómetros, utilizando la vía de la Angostura; pero igual puede tomarse la autopista, por San Cristóbal, llegar a Comitán y, de aquí, recorrer escasos 34 kilómetros rumbo a Socoltenango o Tzimol.
Desde el principio del recorrido de 1.5 kilómetros aparecen los frondosos árboles; sus frescas sombras alcanzan gran altura, y están ahí, junto a otros, pequeños, jóvenes, retozones y traviesos; algunos, inclusive, osan cruzar con su ramaje al otro lado del San Vicente, como invitando al turista a hacer lo propio.
Mientras uno descansa contempla una decoración perfecta, divina, y la belleza aumenta cuando el río San Vicente azota con toda la fuerza que genera la caída libre del agua por la fuerte pendiente.
Gran cantidad del agua azotada fieramente en el chiflón se levanta, desafiando las leyes de la gravedad y alejándose, tomando un camino rumbo al cielo.
No hay necesidad de bajar a exponerse a las frías y fuertes corrientes del San Vicente, porque la brisa llega al visitante, enjugándole el rostro.
Así se avanza, poco a poco, pasando de un mirador a otro, respirando la brisa, saboreando la espuma.
Es una invitación a concluir la llegada al "Velo de Novia", la abrupta caída de agua de 70 metros, que luego se asemeja más al vestido de ella o a la novia misma, donde la primavera se antoja eterna.
Cuando el rabo de una nube tapa al sol la mirada vuelve al chorro de agua del Velo de Novia que pareciera caer del mismísimo cielo, sobre todo porque la nube blanca está ahí, en el punto exacto donde inicia la caída libre del gran chiflón.
Así, el velo pareciera caer del cielo cuya nube se desparrama y llega al San Vicente sin pasar por todos los procesos de enfriamiento y condensación.
Al llegar arriba, un poco exhausto, el paseante alcanza la recién bautizada como "Cascada La Corona", la primera de arriba abajo.
Aquí el chiflón y la peña juegan al eco. Un rabo de nube coquetea y te invita a seguir disfrutando, para siempre, el velo, el vestido, la novia o su corona, según la imaginación lo prefiera

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
bonito articulo, el lugar es espectacular, unico, solo decearia aclararte una cosa: EL CHIFLON, no esta sobre los linderos de dos municipios de chiapas, esta sobre el territorio de Tzimol, unicamente, Socoltenango no tiene rerritorialmente nada que ver. Eso esta avalado por la secretaria de gobernacion.

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